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- Visiones en Divx (77): Code 46
Posted by : Dani López
13 enero 2011
- Code 46 - 2003 - 4,25/5:
Director: Michael Winterbottom.
Guión: Frank Cottrell Boyce.
Bien, vamos a ver cómo os lo digo: sí, ésta que nos ocupa hoy es, como dirían nuestros primos anglosajones, a fuking weird one, pero una que merece la pena ver por varias razones. La primera, y quizá más obvia es porque es diferente. Me gustan las cosas diferentes o que por lo menos intentan (nadie habla de conseguir) serlo o de variar cosas ya conocidas, elementos ya usados y usarlos de forma distinta o mezclarlos de otro modo. Sí, el film tiene elementos que pueden resultar familiares, aunque tampoco es algo especialmente importante (lo que pasa es que yo siempre he pensado que todo está inventado de un modo u otro) ni, de hecho, algo que vaya a llamar la atención a la mayoría, pero da lo mismo, lo que tiene es que consigue llegar al espectador con una historia que, si la dejamos en los huesos, no es más (ni menos, ojo), que una historia de amor imposible.
Si no la despojamos de todo lo demás, tenemos lo siguiente: un futuro de esos cercanos sin conocer la fecha, creíble, en el que hay separación entre diferentes zonas haciendo falta permisos para ir de un lugar a otro o permanecer en tal o cual lugar, que está en el borde del precipicio tras una explosión globalizadora que hace que las razas e idiomas se fundan y en el que hay leyes para prevenir que dos personas que comparten mucho material genético se reproduzcan (el código al que hace alusión el título, creado debido al uso de la clonación que resulta en que haya posibilidades de encontrarte con individuos que comparten 25, 50 o hasta el 100% del material genético). En este escenario, la historia nos hace acompañar a William, Geld [Tim Robbins] un empleado inoculado con un virus de empatía que es enviado a Shangai a investigar un caso de fraude. Allí conoce a una mujer, María González [o, bueno, Maria Gonzales... no, que os den, no me da la gana... eh... ah, sí, interpretada por Samantha Morton], con la que siente una inmediata atracción.
Como he dicho antes, la película es una historia de amor imposible y que intenta superar barreras que, realmente, no son superables (¿o sí?), por lo que el simple intento es una muestra de amor desgarradora. Obviamente, si la historia de amor, que como digo está en el corazón de la película, no te toca o por lo menos interesa, la película habrá perdido gran parte de su atractivo para ti (y he leído a gente que le parece una película fría). Si, además, no os interesa el mundo creado lo suficiente, esta película no os va a gustar nada, porque se toma su tiempo en contar las cosas, especialmente al inicio, está llena de sensaciones y os va a parecer que sólo es un buen planteamiento y que hay mucho potencial desaprovechado (a mí no me lo parece, pero no niego que me gustaría ver más historias de este mundo). Por cierto, el futuro se nos presenta muy hábilmente no explicando las cosas directamente, sino a través de lo que ocurre, indirectamente, y eso siempre lo he considerado un gran acierto porque permite que el espectador cree su propio mundo: no estoy de acuerdo con quien dice que hay que explicar más el argumento o el escenario, en este caso no es así.
Sin embargo, si os llega la historia de amor, una historia realmente dura y triste (que tiene su clímax en una escena de la recta final que es muy poderosa), y os interesa el mundo en que se desarrolla, como a mí, la película os va a fascinar: quizá no sea vuestra película preferida de la historia, pero os dará una patada en los huevos y os emocionará. Me gustan sus contradicciones, como el hecho de que a veces parezca lenta y en el fondo vaya tan al grano, que a veces parezca que se estira, pero tenga una duración perfecta... Desde luego, es una película especial y, por ello, no gustará a todo el mundo, garantizado. Yo os la remiendo si después de leer esto os llama la atención u os pica la curiosidad pero, cuidado, si no os gusta, yo os avisé, y no pasa nada (Un momento, ¿es que en otros casos pasa algo o qué? No, pero en otros casos lo entendería menos personalmente).
Director: Michael Winterbottom.
Guión: Frank Cottrell Boyce.
Bien, vamos a ver cómo os lo digo: sí, ésta que nos ocupa hoy es, como dirían nuestros primos anglosajones, a fuking weird one, pero una que merece la pena ver por varias razones. La primera, y quizá más obvia es porque es diferente. Me gustan las cosas diferentes o que por lo menos intentan (nadie habla de conseguir) serlo o de variar cosas ya conocidas, elementos ya usados y usarlos de forma distinta o mezclarlos de otro modo. Sí, el film tiene elementos que pueden resultar familiares, aunque tampoco es algo especialmente importante (lo que pasa es que yo siempre he pensado que todo está inventado de un modo u otro) ni, de hecho, algo que vaya a llamar la atención a la mayoría, pero da lo mismo, lo que tiene es que consigue llegar al espectador con una historia que, si la dejamos en los huesos, no es más (ni menos, ojo), que una historia de amor imposible.
Si no la despojamos de todo lo demás, tenemos lo siguiente: un futuro de esos cercanos sin conocer la fecha, creíble, en el que hay separación entre diferentes zonas haciendo falta permisos para ir de un lugar a otro o permanecer en tal o cual lugar, que está en el borde del precipicio tras una explosión globalizadora que hace que las razas e idiomas se fundan y en el que hay leyes para prevenir que dos personas que comparten mucho material genético se reproduzcan (el código al que hace alusión el título, creado debido al uso de la clonación que resulta en que haya posibilidades de encontrarte con individuos que comparten 25, 50 o hasta el 100% del material genético). En este escenario, la historia nos hace acompañar a William, Geld [Tim Robbins] un empleado inoculado con un virus de empatía que es enviado a Shangai a investigar un caso de fraude. Allí conoce a una mujer, María González [o, bueno, Maria Gonzales... no, que os den, no me da la gana... eh... ah, sí, interpretada por Samantha Morton], con la que siente una inmediata atracción.
Como he dicho antes, la película es una historia de amor imposible y que intenta superar barreras que, realmente, no son superables (¿o sí?), por lo que el simple intento es una muestra de amor desgarradora. Obviamente, si la historia de amor, que como digo está en el corazón de la película, no te toca o por lo menos interesa, la película habrá perdido gran parte de su atractivo para ti (y he leído a gente que le parece una película fría). Si, además, no os interesa el mundo creado lo suficiente, esta película no os va a gustar nada, porque se toma su tiempo en contar las cosas, especialmente al inicio, está llena de sensaciones y os va a parecer que sólo es un buen planteamiento y que hay mucho potencial desaprovechado (a mí no me lo parece, pero no niego que me gustaría ver más historias de este mundo). Por cierto, el futuro se nos presenta muy hábilmente no explicando las cosas directamente, sino a través de lo que ocurre, indirectamente, y eso siempre lo he considerado un gran acierto porque permite que el espectador cree su propio mundo: no estoy de acuerdo con quien dice que hay que explicar más el argumento o el escenario, en este caso no es así.
Sin embargo, si os llega la historia de amor, una historia realmente dura y triste (que tiene su clímax en una escena de la recta final que es muy poderosa), y os interesa el mundo en que se desarrolla, como a mí, la película os va a fascinar: quizá no sea vuestra película preferida de la historia, pero os dará una patada en los huevos y os emocionará. Me gustan sus contradicciones, como el hecho de que a veces parezca lenta y en el fondo vaya tan al grano, que a veces parezca que se estira, pero tenga una duración perfecta... Desde luego, es una película especial y, por ello, no gustará a todo el mundo, garantizado. Yo os la remiendo si después de leer esto os llama la atención u os pica la curiosidad pero, cuidado, si no os gusta, yo os avisé, y no pasa nada (Un momento, ¿es que en otros casos pasa algo o qué? No, pero en otros casos lo entendería menos personalmente).
Hace tiempo que vi esta película, hace unos cuantos años, pero aún así tengo buen recuerdo de ella, lo que malo como mínimo no es. La ciencia-ficción sin excentricidades, ni fuegos de artificio, ni grandes ostentaciones en general me gusta mucho. Yo veo la ciencia-ficción como el gran espejo que deforma nuestra sociedad. No vemos la realidad, pero quizás nos enseña la esencia de nuestro día a día multiplicado. Por eso creo que la ciencia-ficción es tan necesaria. Me acabas de dar una idea para una entrada, oye. En cuanto a la película, sólo tengo cosas buenas que decir. La historia de amor me la creí, y me enganchó. Tim Robbins está fantástico en ese mundo deshumanizado y a la vez más humano que nunca. Y la mezcla de lenguaje me pareció muy sintomática de los tiempos que corren. De todas formas, a pesar de su frialdad (siempre me he imaginado un futuro frío y desangelado, para qué nos vamos a engañar)deja espacio a la esperanza. Algo así como un movito para seguir creyendo en la humanidad a pesar de todo.
Sí, a mí también me gusta y me fascina la CiFi que no recurre a los artificios sino a presentarnos un futuro que es aterradoramente creíble y cercano.