Dead set es una miniserie británica igual que podía haber sido una película y, desde luego, toca todos los puntos y pasa por todos los sitios que hay que pasar en una historia de zombis. Además, como en toda buena película, cómic, novela o serie del género de muertos vivientes, aquí se trata de explorar el comportamiento del ser humano ante unas circunstancias extremas, además de, ya que el medio y el tema se lo permiten, permitirse un poco de reflexión sobre el mundo de la televisión y, más concretamente, de los reality show, representados esta vez por, quizás, el más famoso, Gran Hermano/Big Brother, que es España goza de un éxito sin precedentes en el resto del mundo (ya 10 ediciones), dejando al descubierto un par de cosas sobre el espectador medio de la televisión nacional.

La historia no da detalles sobre cuál es el origen de los engendros que organizan la orgía de violencia y festín de vísceras, pero permite a sus protagonistas, al igual que al espectador, filosofar y conjeturar sobre ese origen que, en cualquier caso y, como casi siempre debería, es intrascendente para lo que se pretende contar aquí.

Los personajes que aparecen son de dos clases, ellos mismos antes de la crisis y después, lo cual resulta especialmente revelador en el caso de los concursantes del reality que, incluso antes de que empiece el festival gore, empiezan a ser otros (algunos son igual de simples bajo presión que sin ella) cuando sospechan que nadie les está viendo lo cual refuerza las opiniones que se detienen en este tipo de programas como una ficción y no como el estudio sociológico que algunos pretenden que sea.

El asunto zombie está bien llevado en la miniserie, recurriendo a muchos de los elementos clásicos del género (lo normal en el cine de género en general) y explorando dos o tres ideas frescas que terminan pintando un mural sobre el ser humano y sus decisiones cuando la vida y la muerte son las dos opciones posibles, una miniserie (de 5 episodios, el primero doble) que hará las delicias de los amantes de los muertos vivientes pero también de quienes disfruten de las historias de grupos de gente que se ven forzados a trabajar en equipo para sobrevivir. Eso sí, los más sensibles debería alejarse del producto porque no hace concesiones a los más remilgados y es muy explícita en casi todo.