- Community acabó su temporada la semana pasada. En mi opinión, la temporada ha sido brillante. He leído mucho sobre altibajos, sobre empacho de referencias y homenajes... pero yo me quedo (como todos los demás que escriben sobre ella, no se engañen) con la sensación de placer que me produce ver la serie (y no sólo por Alison Brie, que estuvo muy desaparecida en los últimos episodios hasta que llegó con protagonismo en el doble episodio final), las ganas que, cada semana, me entraban de disfrutarla y lo mucho que disfrutaba de las referencias, de los gags y de las tramas absurdas. El doble episodio final, eso sí, fue irregular. La primera parte, en mi opinión, fue prácticamente perfecta, un homenaje al western de Leone (spaguetti) y al final de temporada pasado, perfectamente equilibrado. La segunda parte, me pareció tener grandes momentos y chistes (¿soy yo o Troy es cada vez más gracioso?), pero tuvo varios problemas de concepto. El primero es que lo sentí completamente desconectado de la primera parte en casi todo y te hace pensar en si se podría haber planteado de otro modo. El segundo es que se mantuvo realmente perdido en muchos momentos sobre qué quería ser: al principio es claramente un homenaje a Star Wars, pero después pierde casi todo contacto con la franquicia galáctica. No me importa que los homenajes no terminen siendo lo que yo creía (ahí está Critical Film Studies, que consideré una patada en los huevos de las expectativas no sólo merecida sino muy bien planteada), pero realmente uno siente que es como si querían hacer una cosa pero luego pensaron que no o no sabían por dónde seguir. Si el episodio hubiera tomado otras referencias o ninguna en concreto, sólo un género en general, creo que hubiera habido un mejor resultado. Pero eso soy yo y, en cualquier caso, al final seguí disfrutando de cada momento como si la serie terminara este año... que no es así, lo cual me parece una gran noticia.


- Parks and Recreation tuvo la semana pasada episodio doble (igual que ésta, en la que terminará temporada) y, para mí, confirmó dos cosas. La primera es que esta tercera temporada que está teniendo está siendo soberbia, una maravilla de la comedia... y segundo, que puede que sea casi la mejor comedia de la temporada. Y es que, si tienes la suerte de tener que poner dos episodios y que ambos sean genial y muy bueno (con extra picante). The Fight, que escribió la protagonista de la serie, Amy Poehler (una cómica que está demostrando todo este año), fue una barbaridad de episodio, muy divertido y realmente lejos de ser sólo un episodio muy divertido, con momentos excelsos e, incluso, trabajo de personajes e inteligencia para darle a un personaje de verdad una razón para aparecer tan a menudo. Road Trip fue menos genial pero muy bueno, valiente, un poco más romanticón y con un Ron que, en la segunda línea, volvió a brillar. Realmente, cuando vemos los episodios y decimos "qué grande Ron", "Ron es el mejor" y todo eso, no es porque sí: es realmente un personaje de esos que pueden robar una serie y quemarse si se usa mal y/o mucho, pero está siendo utilizado, para mi gusto, en las dosis perfectas y haciendo que, cada frase, cada gesto y cada momento suyo resulta, básicamente, perfecto. Así, sin fisuras. Por suerte, no es el único personaje que ha crecido, que tiene momentos espectaculares y que enriquece la serie. En general, no hay un personaje que no tenga su momento de gloria. Excelente comedia que, espero, termine a la altura de su año.


- Doctor Who llegó esta semana con el (largamente esperado por los fans) episodio escrito por Neil Gaiman, un episodio del que se eliminaron 13 minutos de metraje (incluido un inicio que yo adoro como concepto: la interrupción de una aventura que está a medias para ir a otra) y que, en general, dejó un sabor de boca estupendo. Ha habido voces más críticas (muy pocas en comparación con las que se han postrado a los pies del episodio) y que han hablado de defectos de forma bastante razonada, pero yo diría que no puedo compartir sus preocupaciones. The Doctor's Wife, de título tramposo (... a medias), fue para mí un gran episodio por varias cosas. Primero por la idea central del episodio y el canto de amor a la serie y a la TARDIS que supone, un homenaje a la caja azul e, incluso, un vistazo a los orígenes de la relación entre el Doctor y la máquina. Muy buenos diálogos (y atentos a todo lo que dice Idris), con grandes momentos y facetas del Doctor menos tocadas habitualmente. El malo tiene un concepto muy interesante y lleva a unas escenas de terror minimalista y carreras por largos pasillos de la TARDIS que encontré muy perturbadoras, la verdad. Luego, si eres fan de Gaiman y algunas de sus obsesiones, las verás por ahí danzando. Personalmente, me pareció un episodio muy bueno, bien actuado, divertido, tierno, creepy y extraño... pero en el buen sentido.