- Memento - 2000 - 4,5/5:
Director: Christopher Nolan.
Guión: Christopher Nolan basado en un relato de Jonathan Nolan.

Después de ver Origen me veía casi con la necesidad de recuperar Memento, debido a la sensación de que ésta era superior a la última película de Nolan. Al final, sigo con ésa sensación. Y es que Memento es una película redonda cuyo misterio, perfectamente comprensible en un primer visionado pero que sin duda se beneficia de un segundo, está basado en el montaje de la misma más que en la complejidad del argumento. Éste en sí, no tiene misterio alguno, aunque es una historia terrible sobre los recuerdos, la vida y seguir adelante pero, aprovechando la peculiaridad del protagonista (un hombre con daño cerebral que le impide crear nuevos recuerdos, por lo que cada pocos minutos debe revaluar su situación y ver en cuál se encuentra, dónde y con qué intención, ayudado por notas y fotografías), monta las escenas de la película desde el final hasta el principio, donde, gracias a lo especial del protagonista y de cómo se nos ha contado su historia, radica la sorpresa de lo que se nos cuenta. Al final, Memento se revela como una historia en la que los recuerdos son, no sólo básicos para la vida, sino el motor de la misma, por lo que su propia naturaleza de origen subjetivo la condicionan por completo.

Obviamente todo ésto no podría sostenerse si el guión no estuviera trabajado al milímetro (es de suponer que igualmente el relato breve del hermano del director en que se basa) y todas las piezas encajaran de manera magistral al terminar el metraje. Es cierto que no está abierta a interpretaciones, desde mi punto de vista, como lo puede estar la última del director, ya que el final de la película deja todo atado y bien atado, pero en este caso, el no poder especular demasiado, el que sea relativamente explícita, no afecta a la película. Además, los actores tenían que estar bien por fuerza. No es que ninguno tenga el papel de su vida, en mi opinión (en el sentido de la calidad interpretativa), pero sí son papeles complicados. Especialmente el del protagonista Guy Pearce, que consigue que el desconcierto, la angustia, las ganas de venganza y seguir viviendo pese a todo (a la vez que la arrogancia de un protagonista que se cree en control de una situación que, por definición, no tiene cómo controlar), se filtre a través de la pantalla e invada al espectador. Recuerdo especialmente una escena en la que Leonard se encuentra en una situación en la que desea recordar algo con todas sus ganas pero se ve impotente (en casa de Natalie [Carrie-Anne Moss]).

No creo que a estas alturas haya alguien que no la haya visto, pero como ya tiene sus añitos, puede que haya alguien que la haya dejado pasar y, éso, creo que es un crimen que tendrán que enmendar... Y si la han visto pero la han olvidado o tienen ganas de recordarla, no veo razón para no hacerlo.

Memento también salió en el blog hablando de: Meme: mis 25 películas preferidas, 16 Mindfuck Movies o Los mejores y más sorprendentes finales de película.