Ayer con la emisión del excelente The Next One's Gonna Go In Your Throat, terminó la tercera temporada de Damages y, tal y como pintan las cosas, la serie. Me apena profundamente esta situación porque esta temporada me ha gustado más que anterior, creo, porque es más redonda (especialmente el final), porque es muy simbólica (quien la haya visto se habrá dado cuenta de que los sueños este año han cobrado mucha presencia, así como las apariciones de personajes que ya no estaban entre nosotros) y porque su trama, su maraña engañosa y tramposa, esta vez ha quedado mejor, no sé si menos compleja, pero mejor hilada. En cualquier caso, lo cierto es que el episodio se cubre las espaldas por si lo peor ocurre y cierra prácticamente todo lo importante de la serie (no todo), a veces de forma algo precipitada, eso sí. Otra cosa de la que muchos os habréis dado cuenta es cómo la presencia de cierto personaje, protagonista de la primera temporada, se ha ido deslizando en interludios en la temporada sin que en ningún momento nos importara que no tuviera ninguna relación con la trama.


Y es que, una serie con guiones tan detallistas y bien hechos, con tan grandes actuaciones, es una pena perderla de vista. Mientras oía la versión de Everybody Knows (de Leonard Cohen) interpretada por Holly Figueroa, que cierra este capítulo especial de 90 minutos (que, vaya, a mí se me han pasado volando), y he observado ésa escena tan familiar, he vuelto a reflexionar sobre la relación entre las protagonistas y, por supuesto, sobre el gran personaje que es Patty Hewes [nunca posible sin la gran interpretación de Glenn Close] que pasa ya a los cielos de los grandes personajes televisivos. Gran parte de su ascenso, lo observarán en el último episodio (no es que no hubiera subido ya, es que aquí se encadena a una columna y ya no la bajan de ahí), donde descubrimos una pieza más de su puzzle.

Sinceramente, si no vuelve, estoy muy contento de haberla disfrutado, pero seguiré creyendo que es una injusticia. Entiendo que hay factores que no son la audiencia (y menos en una cadena de cable) o la calidad, sino más materiales, pero éso nunca será un alivio para los amantes de esta serie tan estresante, tan mentirosa y tan genial.

P.D.: no sé si llegará a existir alguna vez una serie con unos títulos tan geniales (y a veces largos) para sus episodios. Sí, son frases del capítulo, pero están bien escogidas y, encima, antes de empezar a verlos, te preguntas quién la dirá.