Y es que, Dollhouse al final no cumplió las expectativas pero, pudo haberlo hecho (o nos queda esa esperanza/sensación después de lo visto en los últimos días gracias a la red). Después de ver Echo, el piloto nunca emitido, puedo afirmar, con más fuerza de lo que lo había hecho en anteriores ocasiones, que fue la propia FOX la que, al parecer, no quería que la serie tuviera éxito. Bueno, o éso, o cegados por el éxito de las series procedimentales (cuyo éxito está en no querer contar historia alguna más allá de un par de detalles), decidieron que Dollhouse debía empezar siendo lo más parecida que pudiera ser a una para triunfar. En cualquier caso, lo que hizo fue coger el piloto que Whedon les había presentado y le obligaron a dividirlo en 6, dilatando todo lo más posible y llenándolo con diversos casos semanales. Si no hubieran hecho éso, la serie habría empezado mucho mejor, no lo duden, porque en el piloto tenemos todo lo necesario para que el tema interese, más ritmo, menos relleno y mucha inteligencia en el planteamiento. ¿Una pena? Una vergüenza. Sinceramente, y ya van muchas, los señores de la FOX que deciden ciertas cosas deberían de estar en la cárcel.

El otro episodio al que se refiere el título, no es tanto un episodio no emitido por culpa de la cadena (aunque la dirección y los subsiguientes episodios no emitidos sí son el crimen), sino una especie de epílogo a la serie (sí, a la serie), situado en el futuro y que, quizás, fue grabado para terminarla si, al final (como parecía), no la renovaban. El episodio, Epitaph One, fue rodado con mucho menos presupuesto de lo habitual y estas carencias económicas suelen ser la madre del ingenio y de los buenos recurso narrativos. En el episodio, nos encontramos 10 años en el futuro, con un mundo prácticamente post-apocalíptico en el que unos pocos sobreviven lejos de ser receptáculos de una personalidad creada. Durante el capítulo, vemos diferentes flashbacks (alguno incluso de antes de que empiece la serie, pero la mayoría de después de lo que ya hemos visto), además de lo que se cuenta en el futuro, dándonos asiento en primera fila para la resolución de la serie por lo que, podemos preguntarnos qué queda por contar interesante y si se va a ajustar a lo que, ahora, ya sabemos (o no porque es un extra que no todos han visto). En cualquier caso, es un episodio interesante y con algunas sorpresas, por lo que merece la pena ser visto sin duda.

En fin, ahora sólo nos queda esperar al 25 de septiembre, a Vows, donde veremos si la serie remonta y si la cadena le deja, hecho en el cual tengo esperanza pero, ya se sabe: el que espera, desespera.

P.D.: Para un análisis más detallado y mejor de los episodios, acudan a Thursnext: 1 y 2.