Posted by : Dani López 20 febrero 2009

No soy especialmente viejo, ni he llegado a la edad que está bien visto hablar con nostalgia (cerca de los 30), pero mis pocos años (26 este dentro de unos meses) siempre han estado llenos de ordenadores desde muy pronto. Primero tuve un Macintosh Plus (sin disco duro, como no podía ser de otro modo y, algo después, con uno pegado para alargarle la vida un poco), luego un Macintosh LC, luego un iMac de la primera generación (G3 de los de bandeja), después un PC de sobremesa, luego un portátil, ahora también un iMac de los últimos... El caso es que, cuando uno es joven, aprende a usar un ordenador de muy pequeño, aunque trastea con todo (especialmente si se tiene mi carácter), la tendencia tanto del niño como de los padres es a ir hacia los juegos y programas educativos (por lo menos, lo era entonces: hoy el panorama ha cambiado mucho y los niños saben de más). Entre los primeros jugué centenares de ellos, tanto en el Plus como en el LC, pocos de ellos comprados (originales del extranjero: Lemmings, Prince of Persia, el PGA Tour Golf original, Sim Ant y King´s Quest VI, los cuales guardo como un tesoro) y muchos amontonados en disquetes. Con el tiempo y la mejora de los juegos, los juegos empezaron a ocupar varios o muchos disquetes pero, la verdad, es que pasé mucho tiempo frente a aquellos juegos que se agolpaban peleándose en algo más de un mega o menos, juegos en blanco y negro de la más variada catadura (ejemplos de varios en estos dos vídeos: 1 y 2) que no siempre eran productos dignos o imaginativos, pero que algunas veces sí. Entre ellos, el otro día surgió en una conversación familiar una saga de la que guardo un recuerdo especial y dulce, una saga que creo que no es muy conocida, especialmente entre aquellos que nunca tuvieron un ordenador Apple (pero hay versiones para TODOS los ordenadores de la época y algunas videoconsolas e, incluso, creo que se puede encontrar para móviles), me refiero a los juegos Dark Castle y Beyond Dark Castle, dos juegos que no sé cómo pude olvidar en mi lista de hace tiempo.

- Dark Castle (1986)
El caballeno negro está aterrorizando al pueblo y nuestro héroe, el príncipe Duncan (nunca supe su nombre hasta hoy), está decidido a acabar con él: la historia más vieja del manual.
El juego es una especie de plataformas en el que hay 4 secciones en las que podemos elegir jugar cuando queramos y en el orden que queramos. Una de ellas es el enemigo final pero, si no has conseguido los power-ups que son la recompensa de terminar las demás secciones, estás perdido. Para conseguir nuestro objetivo, tendremos que tirar de palancas, saltar en plataformas, lanzarnos de una cuerda a otra, acabar con los enemigos a pedradas... todo ello sin morir, claro. ¿Fácil? Mi recuerdo es de cuando tenía entre 7 y 10 años y, entonces, no lo era, no en el modo sencillo pero, incluso ahora, el nivel más difícil de los tres disponibles para jugar (Easy, Medium y Advanced), es un pequeño reto hasta que uno consigue descifrar algunos de los patrones de los enemigos y demás elementos de cada pantalla. Y es que, ésa era la clave del juego, conocer perfectamente el timing de todo lo que cruzaba la pantalla, de otro modo, estabas avocado al fracaso. Cada una de las secciones tenía diferentes pantallas que había que ir superando y, la verdad, pensándolo hoy en día, el juego, pese a no ser largo, era variado y lo suficientemente complicado como para mantenerte pegado.
El manejo de Duncan se hacía con el teclado y el ratón, lo cual suponía otro plus de dificultad. Para saltar y moverte, usabas el teclado y, el ratón, servía para mover tu poderoso brazo de lanzar piedras en cualquier dirección para terminar con tus enemigos.
Gráficamente, pese al blanco y negro, era detallado y hasta bonito, con mucho encanto, especialmente en las animaciones del protagonista que podía darse con la pared y marearse, caerse no sin antes mirar hacia abajo al más puro estilo Coyote o tropezarse, una delicia no comparable al detalle del Prince of Persia, pero aún así, muy interesante. El sonido, por cierto, me encantaba. Los efectos me parecían, y siguen pareciendo, de lo más encantadores y originales. Y no, no me refiero a la música porque, a parte de la breve melodía de la pantalla de título, no tiene y, créanme, no se hechaba de menos. Ah, y un detalle que me encantaba es que, si jugabas el 25 de Diciembre, te felicitaba de una manera muy particular.
En definitiva, corto, pero un juego muy entretenido y adictivo (del que se hizo un remake en color en 1998). Aquí les dejo una muestra del mismo:


- Beyond Dark Castle (1987)
Al año siguiente apareció la mucho menos distribuida (y sin embargo netamente superior) continuación del juego o, más bien, casi una extensión porque, el juego es lo mismo, pero más.
Tenemos al mismo protagonista y el mismo objetivo, pero diferentes medios. Tenemos, como en el anterior, 15 pantallas pero, esta vez, divididas en 5 puertas y, además, no podemos adentrarnos en la pelea final a no ser que hayas completado todas las demás fases. Laberintos, catacumbas, pantanos, torres... esta vez la cosa variaba más, además de introducir un nuevo tipo de fase en la que tenías que cruzar un bosque con una mochila/helicóptero esquivando lo que te echaran. Éste último tipo de fases (había dos, una en la puerta este, y otra en la oeste), eran bastante jodidas y a veces te llevaban a ponerte malo. Pero, no eran las únicas y, otra vez, memorizar los patrones de los elementos de pantalla, usar sabiamente tu inventario y los poderes que vas adquiriendo, es imprescindible para no terminar hecho polvo.
Quizás fue a éste al que más horas le eché. En primer lugar porque casi los conocí a la vez y, jugar al primero, tenía menos sentido cuando tenías una segunda parte más variada que la primera (o ésa debía ser la lógica que tenía en la cabeza entonces, no lo sé) y, en segundo, porque era mejor y me gustaba más. Sin duda, lo variado de las pantallas y de las situaciones, añadido a que, en el fondo era el mismo juego divertido de siempre, lo hizo de mis favoritos de la época. El final del modo Advance, por cierto, es genial.
A continuación os dejo una muestra de cómo era el juego (y aquí un runthrough en la máxima dificultad en 8 partes: 1, 234567 y 8.):


- Return To Dark Castle (2008)
Hace poco (y de ahí parte de los recuerdos que han asaltado mi cabeza estos días) me he enterado de que el año pasado apareción un nuevo juego de la saga, sí, el año pasado. Titulado Return To Dark Castle (aquí se puede descargar la demo o comprar), éste incluye todas las fases de anteriores juegos más 50 nuevas, lo cual es normal teniendo en cuenta los estándares de hoy en día. Además, dicen que pronto aparecerá un editor de niveles.
Esta vez, el protagonista del juego es Bryant, el sobrino de Duncan, el protagonista original y, simple y llanamente, tenemos más Dark Castle que nunca, con el mismo estilo pero con gráficos mejorados eso sí, manteniendo los mismos sonidos, lo cual considero un detalle y casi me hace derramar una lagrimita. Eso sí, le han añadido música, lo cual no sé si es un error o no, pero bueno.
Aquí os dejo una muestra de la pinta del juego, con nuevas pantallas y algunos detalles de humor, que siempre ha estado presente en la saga:


[+] 1, 2, 3 y 4, con un documento audiovisual imperdible.

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