Posted by : Dani López 30 julio 2009

Se pueden decir muchas cosas de True Blood, muchas malas y muchas buenas (aunque en las últimas semanas parece que lo que domina son las primeras), pero lo seguro es que no deja indiferente a nadie y, en muchos casos, como el de éste que se comunica hoy con ustedes, engancha a pesar de los defectos. Lo que sí, por lo menos para mí, está claro desde el inicio de la serie, y es algo que poco ha variado y, si lo ha hecho, lo ha hecho de manera puntual, es lo mal que están editados los episodios de la serie y, especialmente, lo mal que quedan los puntos en los que cortan para poner la cabecera o para terminar el capítulo: no saben dónde cortar.

Desde mi humilde punto de vista, estos dos momentos son claves para el ritmo e interés del episodio (y para las ganas de ver más, claro), porque suponen momentos que deben basarse en la cima, el éxtasis de una tensión que ha ido creciendo en la escena que culminan. En True Blood es asombroso lo mal conseguidos que están estos dos momentos, tanto el que precede a los créditos de apertura, que debe marcar un poco el episodio, como en el final, antes de los créditos de cierre, que en muchas series de este género (aunque hoy en día ya no tengo claro cuál es) suele coincidir con lo que comunmente conocemos como cliffhanger, un final inacabado para una escena tensa que nos deja con ganas de ver cómo concluye.

No sé si los seguidores de la serie que aún aguantan como yo (en algunas escenas no sé porqué y en otras me alivia esa sensación) se sienten molestos o extrañados por esta circunstancia, pero a mí me pone de los nervios en muchos momentos y en otros me deja, con el episodio terminado, peor que sí la cosa hubiera estado bien hecha, pero "peor" en el mal sentido. Es curioso que ocurra en una serie hecha para una cadena como la HBO, que lo cuida todo, y puede que, incluso, esté hecho queriendo, por algún motivo oculto, pero a mí me duele pensar en que se está convirtiendo en una de las marcas de la casa. No es que me moleste más que otras cosas que ocurren en el argumento, pero es un aspecto formal que detesto y que, por lo menos en el último episodio, han cuidado para el final (que no en el inicio). En cualquier caso: True Blood sigue teniendo lo suficiente para hacerme volver, quizás un truco de vampiros, quizás magia televisiva, pero ahí me tiene, pendiente de cómo evolucionan los argumentos que cada vez se están poniendo más raros.

4 Comentarios.

  1. Es un sello de idéntidad extrafalario más para la colección que tiene True Blood. Recuerdo que cuando vi en su día el pre-air de la serie, creí que me habían colado una versión errónea precisamente por estos cortes que meten ahí sin avisar y de sopetón.

  2. marguis says:

    Pues a mi esta temporada me está gustando mas que la segunda... quizás porque tiene menos de la cargante Sookie (mas de cinco minutos por capírulo y lo considero un capítulo malo, y eso que es la protagonista) y mas de los demás vampiros, especialmente Eric!!
    Y es verdad, a veces pienso que no saben donde cortar, y dicen, ¡aquí! porque si.

    Creo que mas divertido que la serie, es seguir las recapitulaciones por IO9.com, son unos cachondos y dividen el capítulo en pros y contras, Sookie casi siempre está en la parte de contras!!

  3. satrian says:

    Está hecha únicamente para crear polémica con todos y cada uno de sus elementos, no se toma en serio a sí misma, de momento me río con ella pero nada más.

  4. Ivan says:

    Pues a mi me encanta la serie, me está gustando mucho la segunda temporada y no he notado especialmente el tema de los cortes.
    Mas series de la calidad de True Blood harian falta en la televisión actual.

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