Arma fatal (Hot Fuzz) - 4/5 - 2006

El otro día ya hablamos de la anterior película de esta panda británica, Shaun of the Dead, y no tuve más que buenas palabras. En esta ocasión, tengo un poco más de lo mismo, porque Arma Fatal (otra genial traducción "Made in Spain") no sólo es una divertida y entretenida comedia de acción (cuando lo es... de acción, quiero decir), sino que está muy bien hecha y es inteligente. Quizás, una de las mejores películas del año, aunque suene fuerte, y eso que no es una obra maestra, pero genialidad tiene para todos.

Hoy no me apetece resumir el argumento, así que voy a copiarlo de Estrenos de cine, quitando un par de cosas que me parece que van más allá del resumen:

Nicholas Angel (Simon Pegg) es, sin duda alguna, el mejor policía de Londres. Sus detenciones superan en un 400% al segundo mejor agente del Cuerpo. Es tan bueno que, comparado a él, cualquier poli es malo. Por eso sus superiores deciden trasladarle a un lugar en que su talento no ponga a nadie en evidencia, a Sandford, un aparentemente adormecido y pacífico pueblecito. A su llegada, se le asigna un compañero, el bienintencionado y demasiado entusiasta Danny Butterman (Nick Frost), hijo del amable jefe de policía (Jim Broadbent).

Es que, para mí, decir más es ya estropear las sorpresas de la película, y no queremos eso, ¿verdad? En cualquier caso, la película tiene las mismas virtudes de Shaun of the Dead y, a la vez, no tiene demasiado que ver, excepto por su componente de continuos homenajes a un género clásico del cine, esta vez, el de las películas policíacas. Pero no nos engañemos, en este caso, no tenemos un homenaje de principio a fin, como en la anterior película, sino que tenemos una película autónoma que se convierte en un homenaje por momentos y estalla en una orgía paródica llegado un punto del metraje.

En definitiva, aunque la trama es una cosa secundaria, pues esta película está aquí para entretener, consigue mantener un buen guión y una resolución estupenda en todo momento (con sus tonterías incluidas), y consigue hacer una película que toca todos los palos del género de forma inteligente, a la vez que nos divierte y nos mantiene pegados al sofá. Entretenimiento inteligente puro y comedia absurda mezclados con sabiduría. Imprescindible y una de las películas más divertidas del año, eso sin dudarlo.