Posted by : Dani López 13 diciembre 2005

Sí, creo que no era necesario que dijera en el título la película en la que he salido como figurante, total, como si hubiera salido en muchas. El caso es que, sí, me presenté al casting de la nueva película de Milos Foreman para aparacer como figurante. Fue un domingo antes de comer. Había una cola bastante importante y, cuando se decidían a dejarte entrar en grupos, te contaban un poco de que iba el tema, te hacían rellenar una ficha, te hacían una foto y te mandaban para casa (con el correspondiente ya te llamaremos si eso bajo el brazo).
El caso es que pasaban las semanas y no sonaba el teléfono. Nos habían asegurado que iban a coger al 90% de los que habíamos asistido al casting porque necesitaban a muchos extras pero, por aquel entonces, todas aquellas promesas me sonaban bastante vacías. Fue entonces cuando mi hermano, que también se había presentado, recibió el aviso para ir a una prueba de vestuario. Desde aquel día hasta un día después de que mi hermano se marchara de Salamanca estuve más pendiente del teléfono móvil que un corredor de bolsa. Pero nada. Cual sería mi sorpresa (y casi mayor alegría, porque no lo esperaba) cuando recibo una llamada el lunes siguiente para que me presente el martes por la mañana a una prueba de vestuario, para hacer de soldado. Que si me importaba ir, me preguntaron. Me moría por ir (aunque sólo fuera por darle en las narices a alguno que yo me sé, ejemjemetxopoejem).
La prueba de vestuario duró algo más de media hora entre medidas con el metro, aprender a ponerme todo aquello, el maquillaje, alguna foto, encontrar un casco que entrara en mi tremendo cebollón... el caso es que me fui contento. Me dijeron que ya me llamarían para decirme a qué hora tenía que ir al rodaje. Ese mismo día llegó mi hermano: le habían llamado para rodar el miércoles a las 5:45 de la mañana. Yo, pobre iluso, me reí. El caso es que el miércoles apareció por casa sobre las 13:00. ¿Ya?, le dije. Y él me dijo: he visto a Natalie Portman, de hecho, me he chocado con ella, pero casi no me atrevía ni a decirle un tímido sorry. Poco después, por la tarde, le volvieron a llamar para que fuera también el jueves por la mañana, a las 6:00. Y a mí no me llamaban, otra vez. Eso sí, esta vez no tuve que esperar mucho y me confirmaron que tenía que aparecer por el mismo sitio de la prueba de vestuario también a las 6:00... qué pereza.
Al día siguiente y con una cara de sueño de espanto, aparecimos por vestuario y nos vestimos después de hacer no demasiada cola (viendo lo que vino después, preferiría haber hecho cola), nos hicimos uns fotos y nos pusimos a esperar que fuéramos los suficientes para irnos hacia el lugar de rodaje. Cuando esto ocurrió marchamos andando y helados de frío, hacia el monasterio de San Esteban, donde nos metieron en una pequeña tiendecita con un cañón de calor (aunque, aún así, hacía bastante frío). No fue hasta un par de horas después que nos llamaron a los soldados para ir colocándonos en nuestras posiciones e ir explicándonos nuestro cometido. Para entonces, sobre las 9:00, ya estaba casi helado de frío. La escena que se rodaba trataba de que, en una plaza llena de gente, empezaban a sonar las camparas y salían unos monjes para la quema de un cuadro de Goya (era el cuadro de un hereje, cosas de la inquisición) y los soldados teníamos que apartar al gentío a golpe de fusil para dejar un pasillo por el que pudieran pasar los monjes. Después un actor decía unas líneas de diálogo, quemaban el cuadro y los monjes cantaban. Bien, pues esta escenita de unos 2 minutos fue lo que estuvimos rodando hasta las 18:00. Increíble: repeticiones de lo mismo mil veces, desde mil cámaras, con mil variaciones... para que, quien sabe, luego la eliminen del metraje y sea una de las escenas adicionales del DVD. Aunque lo peor del día no fueron las repeticiones (aunque por poco), sino el tremendo, tremendo frío: hacía tiempo que no pasaba tanto. Hubo momentos que hasta lo pasé mal. Eso sí, Milos Foreman no lo creo porque le vimos tres veces, iba tapado hasta las cejas y el resto del tiempo estaba en su caseto particular. También se vio por allí a Javier Bardem de paso y, participando en la escena, a Ramón "Bruce Willis" Langa (pobre hombre, ¿no estará cansado de ver como le mira la gente cuando habla?). También había alguno que me sonaba pero, la verdad, no sé quiénes eran.
La verdad es que es una experiencia más y a mí me hizo mucha ilusión, pero es un mundillo francamente duro y aburrido: es mucho mejor sentarte en una butaca a ver los resultados que participar en su creación (aunque tenga bastante encanto, qué leches). Sí, repetiría, pero no por el dinero (una miseria, ya lo sabía, aunque no pensé que tanta miseria), ni por ver a nadie, sino por sentir que eres parte de algo grande, de algo que luego va a ser parte de muchos más... aunque eso sí: espero repetir en primavera (en verano tampoco que seguro que es otro suplicio).

2 Comentarios.

  1. Nac says:

    La proxima vez que por Salamanca se decidan a hacer 1 pelicula (en Burgos pocas creo yo), ya me diras, que aunque dura la experiencia tiene que estar guapa.

  2. Sí, cuando yo me entere no de un día para otro, lo haré, que tendría su gracia salir algunos en una peli... aunque no fuera en La liga de los hombre lamentables.

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