Esta noche parto raudo, feliz, nervioso e ilusionado a la ciudad condal donde nunca he estado (ya era hora de solventar semejante asunto) para hacer turismo y, de paso, hacer de corresponsal en el Salón de Cómic y saludar a algunos amigos blogueros.

No me va a hacer muy bueno, según dice aquí pero bueno, vivo en Burgos. Lo único que espero es que no llueva mucho (aunque: el que espera, desespera).

Así que, sin más, os abandono hasta el martes, cuando volveré a casa y a este blog (mientras, os dejo hoy bastantes cosillas, no os quejéis, jejeje).

Buen fin de semana a todos y, a los que voy a ver allí: hasta luego.

P.D.: Por mucho que lea aquí, aún no estoy seguro de que lo que comenté el otro día no sea cierto: me he vuelto más desconfiado. Y, según me comentaba Wicho aquí (sí: perdón por no comentar donde debería), todo indica que la cosa sigue oliendo, por lo menos, raro. ¿Por qué Google no dice algo y lo zanja todo de una vez?