La fuente de la vida (2006) - 4/5
Dirección y Guión: Darren Aronofsky

Sin duda sabiendo que la película es una obra de su autor, uno se siente irremediablemente atraído hacia ella (al menos, claro, que no te gustaran Pi o Requiem por un sueño, cosa rara, especialmente si hablamos de la segunda, porque la primera es otro asunto), pero esta película es diferente a las anteriores y, probablemente, un proyecto demasiado arriesgado.

La película cuenta una historia, en esencia la misma o, por lo menos, con sus mismos temas, implicaciones y moraleja, en tres tiempos diferentes y con un mismo personaje que es tres al mismo tiempo, el encarnado por Hugh Jackman, que interpreta un/os personaje/s complejo y lo hace de forma excelsa, sin duda. En todas las historias, está acompañada por la figura de su amada, Rachel Weisz, quien, pese a que su personaje es más bien secundario comparado con el de Jackman, es principal por ser un móvil, y uno poderoso sin duda.

La película navega entre muchos temas (vida, amor...), pero principalmente trabaja con uno, la muerte, y lo hace de forma metafórica en ocasiones, en otras de forma emotiva y, al final, cuando todo se mezcla, de forma críptica pero que se rebela claramente como un mensaje y una sensación inconfundibles.

El envoltorio, no podría ser mejor, pero el fondo, el viaje por la evocación, la mezcolanza de tiempos, espacios y momentos, resulta a veces no tan eficaz como hubiera querido su artífice, quien, en la película, es demasiado ambicioso y, aunque alcanza un resultado notable, no alcanza la maestría que buscaba. Eso sí, consigue hacer llegar un mensaje, un mensaje por todos conocido, camuflado en ocasiones, y otras a plena vista.

Una película un poco difícil, metafórica y compleja, con un envoltorio brillante y sucio al mismo tiempo, que intenta más de lo que consigue, pero que consigue muchas cosas que algunos desearían poder llegar a contar.