O cuando nos va mal en los pequeños negocios, o nuestros trapicheos no van como queremos... Que las cosas más nimias y que seguramente no fueran a saltar a la vista, pues las dejamos de lado... Hasta que claro, te das cuenta que eres todo un Presidente del Banco Mundial, que estás todo los días viajando de un lado a otro, haciendo el paripé con la mayoría países del 3º mundo, condonándoles partes insignificantes de sus deudas o no dándoles ni siquiera soluciones, solo que pasando el rato y haciendo turismo. Y cuando un día por casualidades del destino, llegamos en uno de esos "pesadísimos" viajes a un país musulmán, en los que existen edificios llamados mezquitas donde por respeto debes entrar descalzo, pues pasa esto:


Que yo tampoco digo que tenga que ir hecho un pincel, pero vamos, que me parece lamentable. Aunque si los lleva así, por estar favoreciendo con más ayudas a los países del 3º mundo, chapeau! (Pero me da que no...).

Foto vía: El Mundo